La mirada hostil
Eduardo Iriarte
El parque es el eje alrededor del que gira el barrio en el centro de la ciudad, y en él confluyen a diario infinidad de destinos: los de turistas y paseantes, estudiantes y barrenderos, indigentes y animales. En medio de este microcosmos, Alberto, un anciano cuya mujer desapareció de manera inexplicable, busca a alguien que remedie su ausencia en cierta medida; David, informático y padre, protege a su hijo pequeño con celo aprensivo, perseguido también por una pérdida irreparable; Esther, bibliotecaria con un tortuoso pasado a cuestas, alberga una carencia que no logra colmar. Son tres personas traumatizadas que desean, cada una a su modo, dejar atrás sus sentimientos de culpa, resarcirse del sufrimiento que arrastran y establecer alguna clase de sintonía con el prójimo. Pese a que en apariencia no tienen nada en común, sus obsesiones acabarán entrelazándose y transformarán sus respectivas realidades al coincidir en el entorno del parque, bajo cuyos cimientos yace desde hace tiempo un secreto insondable. Por medio de un estilo preciso e implacable, La mirada hostil propone un tenso relato que se va armando desde distintas perspectivas y se adentra en miedos que pocos se atreven a confesar.
- Autores contemporáneos
- Eduardo Iriarte
- Colección
- NOVELERÍA
- Materia
- Novelería
- Idioma
- Castellano
- EAN
- 9788418168062
- ISBN
- 978-84-18168-06-2
- Depósito legal
- AS 04159-2019
- Páginas
- 258
- Ancho
- 14 cm
- Alto
- 21 cm
- Edición
- 1
- Fecha publicación
- 06-01-2020
17,94 US$
Sobre Eduardo Iriarte (Autores contemporáneos)
Reseñas
El escritor pamplonés crea en 'La mirada hostil' un microcosmos en el que personajes sin ningún vínculo acaban cruzándose a causa de sus traumas.
El pulso narrativo de Iriarte es eficaz, se le nota el oficio de los libros escritos y traducidos, su prosa, bella sin alharacas...
Desde el principio me pareció que estábamos ante una novela excepcional.
Contenidos
BREVE PREFIGURACIÓN DE LA FATALIDAD, 13
I. VACÍOS, 25
Alberto en su despertar. David acechado, acechante. Esther no mira. El día de la tormenta de gaviotas.
En ausencia de Marina. Heridas como caricias. Los niños que nunca tendrá. El estanque del parque; el puente que lo cruza.
Al reencuentro de Cristina. David, ejecutor. Esther, tal vez culpable. La extraña hermandad de los mendigos.
II. ARISTAS, 91
Finales para Marina. Bucles. Los huecos entre las cosas. Como si no hubiera llovido nunca.
El colapso de la colmena. Siempre cae David. Esther querría lloverse. Baile dominical.
El tiempo antes de Marina. El nombre errado. Cachorros. Polifónica aflicción.
III. DESAGRAVIOS, 165
Así arde lo que fue. La empecinada realidad. Renacuajos. «Que alguien lo vea.»
La historia de anoche. «Esta vez era yo.» Ilusoria pirotecnia. Huía en la noche la anciana.
Derramarse así. Lo incontrovertible. Cruzar. El latido del parque.