Memorial del fulgor
La meditación de Mariana Bernárdez rompe con el encadenamiento temporal del discurso y su lógica de sucesión lineal y deductiva, que, en virtud del «burocrático» principio de identidad, obliga a que haya un lugar y un tiempo para cada cosa y a que cada cosa aparezca en su lugar y a su debido tiempo. Escribe la autora: «[...] el discurrir habrá de fracasar en su ignorancia»; «[...] la aceptación de su invalidez [del discurso] obligará al lenguaje del ser a predicar sobre lo que no es».
Es evidente que las innovaciones léxicas y sintácticas que presenta in actu la metapoética de Memorial del fulgor exigen un nuevo tipo de lector, no ya receptivo y espectador, sino activo e inventor, lo suficientemente curioso y atrevido como para ir a buscar en el subsuelo oculto y en los intervalos del texto los enigmas y los muchos encadenamientos posibles, más o menos sugeridos, que enlazan los diversos horizontes.
¿Alcanza su objetivo máximo, a saber, decir in recto el hontanar de la palabra poética y del mundo por ella engendrado, o, al menos, se aproxima a esa meta, la titánica tarea de deconstrucción-reconstrucción poético-lingüística con la que está comprometida la meditación metapoética de Mariana Bernárdez? La escritora-poeta es muy consciente de la dificultad. Se pregunta una y otra vez: «¿cómo hallar lo inhallable?»; «¿cómo decir lo indecible?».
Tomás Pollán
14,76 US$
Contenidos
Mariana Bernárdez: en el límite de Nietzsche y Sísifo, 15
por Tomás Pollán
De cuando el silbo, 33
I - SOSPECHA
Margen de equívoco, 39 Disyunción, 43 Doble filo, 45 Lluvia, 47
II - ÁRBOLES
El madero, 53 Árbol corona, 56 Esteros, 58 Marca de agua, 69
III - TAJO
Libreta roja, 75 Arborescencia, 80 Rajadura, 83 Días oscuros, 88
IV - OTRA CALIGRAFÍA
Sintomatología, 95 Volcadura, 98 El león con ojos de fuego, 101 El inalcanzable león, 104
V - UN TRINO
Alba, 111 No blanco, 112 Un trino, 116 Un mar y un pájaro, 118