Entrevista a José Luis Zerón. EL ARTE DE DESENTERRAR VIEJAS HERRAMIENTAS

    Entrevista a José Luis Zerón. EL ARTE DE DESENTERRAR VIEJAS HERRAMIENTAS

    La anacrónica pervivencia de la poesía en el siglo XXI nos depara territorios de asombro y maravilla como son los poemarios del poeta oriolano José Luis Zerón Huguet, al que tenemos el placer de entrevistar hoy a propósito de la reciente aparición de su último libro, Intemperie (Sapere Aude, 2021). Hermanada con la más veterana Ars Poetica, esta editorial, con un planteamiento tan selecto como ecléctico, constituye una de las propuestas editoriales más interesantes, consolidadas y variadas dentro del panorama editorial español.

    Zerón se ha convertido en un poeta intemporal, alejado de modas y banderías, que ha ido consolidando una voz rica y singular con cada nueva entrega. Haciendo recuento de su trayectoria poética, dejando aparte plaquettes, prólogos, conferencias y publicaciones en diversos medios, éste arroja un balance de ya nueve poemarios: Solumbre (1993); Frondas (1999); El vuelo en la jaula (2004); Ante el umbral (2009); Sin lugar seguro (2013); De exilios y moradas (2016); Perplejidades y certezas (2017); Espacio transitorio (2018); e Intemperie (2021).


    —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Visto como recurso poético, la metáfora es, desde luego, el más potente, aquel que introduce el factor sorpresa y puede causar más extrañeza en el lector. A mi entender, la metáfora es el recurso más audaz y arriesgado porque, mal utilizado, puede corromper el poema. ¿Lo ves así? ¿Cuál es tu relación con la metáfora?, ¿cómo os lleváis?, ¿algún problema de convivencia?, ¿la consideras un recurso más o, por el contrario, la ves algo así como el alcaloide de la poesía o su principio activo?


    —JOSÉ LUIS ZERÓN HUGUET: Tienes razón en que la metáfora es el recurso poético más potente y a la vez el más peligroso por su alto contenido en alcaloides. Mal usada o en exceso puede llevar al delirio o al disparate, o a la simple cursilería. Por desgracia, se ha abusado mucho de ella; pero yo creo que es necesaria para la poesía y negarla es un acto de miopía. La metáfora, la imagen y la analogía, que causan tanta aprensión en muchos de los poetas actuales y también entre la crítica, es una parte importante de mi poesía y está muy presente en Intemperie. Lo que ocurre es que a veces hay que encauzar la metáfora para que no se desboque y corrompa el poema, como bien dices. En cualquier caso y pese a lo mucho que hoy se recela de la metáfora, creo que es el principal recurso para crear extrañeza e intensidad en el lector.

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