“Memorial del fulgor”, nuevo libro de la mexicana Bernárdez
Un rasgo que emerge de esta obra es la definición de su poética: “El lenguaje nace de la ruptura”, dice.
Mariana Bernárdez, que nació en Ciudad de México en 1964, presenta en esta obra publicada por Ad Versum su metapoesía, “entendida como metalenguaje que media sobre el origen y el poder revelador de la palabra poética”, dice en el prólogo el filósofo y catedrático español Tomás Pollán.
Así, sus textos expresan “una voluntad de rechazo de los mecanismos uniformadores, deshumanizadores y represores del poder social y político”.
Entre los títulos de poesía publicados por Bernárdez figuran “Tiempo detenido”, “Desvelos quiméricos”, “Rictus”, “Luz derramada”, “El agua del exilio”, “Incunable”, “Alba de danza”, “Liturgia de águilas”, “Simetría del silencio”, “Nervadura del relámpago” y “Rumor de niebla”.
Poemas suyos fueron traducidos al catalán, inglés, italiano, portugués y rumano. Es también ensayista, con un estudio sobre la poética de María Zambrano, entre otros trabajos.
Para pronunciarse acerca de los textos de “Memorial del fulgor”, Pollán sostiene que “el sometimiento y la esclavización de la lengua por el poder resulta tanto más eficaz cuanto más inconsciente e imperceptible sea, y cuanto más sutil (y por tanto más difícil de neutralizar) sea la forma de sujeción, inhibición y destrucción de la experiencia individual, especialmente en sus formas más intensas y radicales”.
Tras otras consideraciones con este enfoque, se pregunta qué posibilidad hay de “encontrar un nuevo léxico y una nueva sintaxis, o, al menos, de regenerar y reanimar la materia lingüística devenida inerte (‘mejor reinventar el lenguaje’, dice la poeta mexicana), y de volver a cargar los signos gastados y desprovistos de su inicial potencia reveladora”.
Su respuesta es que la obra de Bernárdez “da fe de que esa posibilidad existe”, porque despliega las palabras “con la energía explosiva de deslumbrantes metáforas, estableciendo relaciones insospechadas, desconcertantes y paradójicas entre ámbitos sensoriales y semánticos convencionalmente considerados muy alejados entre sí, cuando no incompatibles”.
Escribe a continuación: “Mariana Bernárdez, con el propósito de desorganizar y desbordar la trama conceptual metafísica y gregaria, y hacer explotar los significados achatados por el uso, emplea asimismo el recurso de las asociaciones imposibles y ‘prohibidas’, de las inversiones, de las síntesis contradictorias, de las aporías y paradojas”.