«Quería dar clase, pero me di cuenta de que estaba seleccionando gente»

    «Quería dar clase, pero me di cuenta de que estaba seleccionando gente»

    «Quería dar clase, pero me di cuenta de que estaba seleccionando gente»

    Yván Pozuelo. / CAROLINA SANTOS
    Yván Pozuelo. / CAROLINA SANTOS

    Profesor del IES Universidad Laboral, rechaza la evaluación y ha decidido calificar con un 10 a todos sus alumnos Yván Pozuelo Andrés Profesor. Publica el libro '¿Negreros o docentes? La rebelión del 10'

    O. ESTEBANGIJÓN.

    Ríe, quizás consciente de que más que un título, lo que ha puesto a su ensayo es una provocación. '¿Negreros o docentes? La rebelión del 10'. ¿Negreros? Así se refiere a los profesores Yván Pozuelo Andrés, doctor en Historia, profesor de Francés en el IES de la Laboral, en un volumen que pretende ser una «reflexión» sobre el papel del profesorado. Presenta el libro mañana, a las 17 horas, en Toma 3.

    -Su libro..., muy optimista no es (para él, evaluación equivale a exterminación, cree que en las aulas hay prácticas obsoletas y represivas, reniega de los libros de texto).

    -Hay una parte de pesimismo y otra de optimismo. La de pesimismo ya la dejé atrás y ahora estoy muy a gusto en las aulas, desde que abandoné mi rol de justiciero. Pensaba que era profesor para dar clase y me di cuenta de que lo que estaba haciendo era seleccionando a gente.

    -¿Rol de justiciero? ¿Tal cual?

    -Sí, sí, tal cual. Es que vi muchas películas de esclavos pequeño, a los esclavos les decían 'tú vales, tú no...' Y me encontré con que me habían abocado a hacer eso. Yo no llegué a la enseñanza para decirle a nadie que tenga entre 12 y 18 años si vale o no vale para lo que quiere hacer.

    -Habla de selección. ¿Eso es lo que cree que hace el profesorado?

    -Sí. Lo escondemos detrás de una máscara de objetividad, pero es así. Es un libro para la reflexión, para mostrar a los profesores que se sienten así que, abandonando ese rol de la evaluación, también se pueden dar clases. Hay que eliminar la creencia de que un alumno que no saca buenas notas no llegará a ser buen médico. Tenemos obsesión y hemos convertido la enseñanza general en una enseñanza profesional para médicos, ingenieros y profesores. Hemos pasado de la letra con sangre entra a la letra con nota entra.

    -La ley obliga a evaluar y hacerlo con calificaciones numéricas.

    -Sé que no voy a cambiar la ley, que me obliga a evaluar. Pero el 10 está dentro de la ley y se lo pongo a todos. Les da confianza. Aunque no a todos les gusta. ¿Qué respeto le tenemos al 10?

    -¿A qué se refiere?

    -Primero, no se pone porque el alumno no puede saber más que el profesor. Y después, porque no puede haber tanto bueno. Jolín, pues vaya sociedad que vamos a montar... A mis alumnos les digo que un 10 en Matemáticas no les hace matemáticos. Así que tranquilidad.

    -Dice que los docentes «somos más importantes que los pilotos de avión, porque podemos estrellar cada año a muchos niños».

    -Es una enorme responsabilidad. Somos realmente importantes, lo que decimos a un alumno o una familia puede ser determinante para su futuro. Les frustramos y yo no estoy aquí para frustrar a nadie.