Un encuentro (artístico) en la Toscana
Precisamente es en sus salones del castillo longobardo de Tatti, del siglo XI, con vistas al mar Tirreno y las islas de Elba o Córcega o en su cercana casa de Prata, donde se reúnen como en un paraíso, entre fiestas, excursiones, tertulias, comidas y trabajos literarios o artísticos viviendo las jornadas de primavera o estío como una película, también con algunos directores de cine de varias nacionalidades. «Fernando Merinero quiere filmarnos y hacer ahí un largometraje, así como el realizador italiano Marco Cerbella está también preparando un documental. Trabajamos, pero relajados, con total libertad y, como con el amor, así sale todo mejor, sin presión», explica Galán: «A ello se unen los recitales poéticos que llenan las plazas de los pueblos, con velas, ¡y en tiempos de pandemia!, además de en Perugia, Acquasparta, con la música de otro compositor asiduo en la zona, Josué Bonnín de Góngora, con guitarristas y cantantes italianos, etc. Fotografía, pintura, artes, surgen de modo espontáneo en esos lugares, como la poesía, que brota sola, espontánea, en esos ambientes».